En una de mis bonitas noches de insomnio, la idea de este dibujo acudió a mi mente. En un primer momento, la idea iba a consistir en un vampiro que acababa de alimentarse y desangrar a su presa. Y como buen vampiro sádico, acabaría jugando con ella, bailando, juntando sus cuerpos como si ella fuera una simple marioneta, una muñequita pálida entre sus brazos.
La idea del vampiro sádico, cruel y con un inexistente respeto hacia la raza humana me parece muy atrayente. Se suponía que la mujer debía de estar en una posición sumisa, dejando entrever que en realidad es un cadáver, lánguida.
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Pose que acabó por conquistarme y salir elegida. |